Los zapatos son mi accesorio favorito: de taco alto, chatas, botas, ojotas.. no importa cual sea el modelo, todos me gustan. Por unos que me gusten mucho soy capaz de cometer la locura mayor de endeudarme, aunque con mis límites.
Pero ellos eran distintos al resto. Desde la primera vez q los vi no pude sacarlos de mi cabeza... ¡Eran perfectos! En la vidriera resaltaban por sobre los demas zapatos, soñaba con ellos, me imaginaba caminando y luciéndolos, pasaba todos los días para verlos.
Hasta que entre y me los probé. Y fue peor!! Enloquecí de amor!! Me sentí hermosa desde q me los calcé. No podía creer que ellos existieran, y aunque el precio excedía bastante a mi límite autoimpuesto, decidí arriesgarme a endeudarme, y solo porque valían la pena.
Esa tarde volví con ellos a casa. Obvio que llegué y lo primero que hice fue ponérmelos. Desde ese momento fuimos incondicionales, aunque a veces me lastimaban un poco (bastante también), pero me sentía tan plena con ellos. Lo nuestro era amor del mas puro!!!
Hasta que un día el taco se rompió. ¡¡Que desesperación!!! Qué iba a ser de mi sin ellos... Yo sabía que algo pasaba, pero me hacía la tonta porque suponía que no era nada. Corriendo los llevé al zapatero, y después de una semana me dijo que ya no tenían arreglo.
Ahora los tengo de recuerdo en una caja.. y no volví a encontrar unos parecidos. Supongo que tengo que esperar, no?
no eran par vos entonces, como me decis ! jjaaaaajajaj
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